El lunes pasado fuimos testigos de algo muy interesante y que, considero, vale la pena analizar. Como cada año el presidente de la república y los gobernadores de cada estado dieron el grito de independencia, ese que nos hace recordar quienes somos, de dónde venimos y todo lo que como mexicanos nos identifica.
Por mi parte me enfoque en analizar la transmisión de esta ceremonia a nivel nacional y estatal, en las cuales encontré ciertas similitudes, y esto más allá de relacionarse por cuestiones patrióticas, creo que se relaciona por problemáticas sociales que se vive en todo el país.
Por una parte pudimos ver por TV como Enrique Peña Nieto, junto a su familia daba el grito a nivel nacional, desde el palacio de gobierno en el Distrito Federal. Lo interesante de analizar aquí es el momento en el que se encuentra nuestro país, ¿de verdad estamos tan conformes con nuestro gobierno como para gritar viva? ¿De verdad la economía de las familias mexicanas es la idónea y debemos sentirnos felices del desarrollo en el país?
No sé ustedes, pero yo vi a un presidente con una imagen débil, posando en el cuadro de la perfección cuando en realidad hay un pueblo inconforme, no solo con las problemáticas sociales y económicos, sino también con el hecho de que el este en el cargo de presidente.
En aspectos televisivos obviamente estuvo muy cuidado todo, y le doy un aplauso al que se encargó de dirigir todo el numerito en televisión, pues tiene una gran noción de como transmitir poder. ¿Por qué lo digo? Fácil, porque si ustedes al igual que yo vieron la trasmisión, independientemente de que estén de acuerdo o no, nos quedó claro que él es el presidente del país. Y no es necesario profundizar mucho para darnos cuenta, simplemente con ver cómo la gente que iba por parte del señor Peña Nieto estaba hasta enfrente y había, casualmente, micrófonos abiertos en esa zona donde se escuchaban gritos alegres como “¡Enrique! ¡Enrique!”
Mientras tanto en otro punto del país, en Sonora para ser exactos, se vivía otra realidad parecida pero un poco más cruda. En el marco de las fiestas patrias, se suscitaron ciertas situaciones como lo fueron las problemáticas del Rio Sonora, el descubrimiento de una presa de la que es dueño el gobernador, entre otras cosas.
El ambiente en todo el estado se ha visto tenso, los focos de todo el país han apuntada hacía acá y los ciudadanos muestran una gran inconformidad con un gobernador que ha sido señalado en varias ocasiones durante su mandato.
En medio de todo esto llego el 15 de septiembre, y como es lo habitual, el grito. Un evento que brillo por su mala organización, por su elitismo, donde el pueblo no podía pasar a sentarse porque claro ¿Cómo van a arriesgar al señor Padres?
Telemax y Canal 12 transmitieron el evento por televisión como lo hacen año con año. Note problemas desde el inicio de la transmisión, los encargados de conducir el evento carecían de habilidades para poder manejar lo que son las transmisiones en eventos masivos. Hubo pequeños momentos en los que gritaban y nos recalcaban que ahí había una fiesta, disculpen, si estoy en mi casa yo no estoy en esa fiesta y no tienen por qué gritarme, y si esto le sumamos la ocurrencia de Gustavo Blancarte de alabar el sexenio de Guillermo Padres, pues entonces esto parece ya una broma.
No profundizare en la presentación de la cantante Yuri que salió afectada porque con la pobreza de producción televisiva que hubo hicieron que su show, de gran calidad, pareciera un festival del día la madre en alguna primaria de la localidad.
Llego el momento en el que el gobernador salió al balcón junto a su familia, y con una rapidez que pocas veces he visto en estos eventos, comenzó el acto. Hubo un pequeño momento en el que el audio ambiental permitió que los televidentes escucháramos como la gente que estaba en el lugar abucheaba al señor Padres, y claro, con rapidez la transmisión omitió el sonido ambiental por ciertos lapsos en los que no fuera necesario.
Cuando Guillermo Padres comenzó a gritar “¡Viva México!” ¿Saben ustedes que hicieron el gobierno y los encargados de la transmisión? Sobrepusieron audios grabados con lo que debiera ser la retroalimentación de los presentes. Fue de risa y muy notorio, quisieron imponernos un playback que ya ni Raúl Velazco en su recordado “Siempre en Domingo”
Al final en ambas transmisiones fuimos testigos de un temor, un temor por parte del gobierno hacía el pueblo, lo cual me da gusto, me hace pensar que poco a poco se dan cuenta de que no estamos dormidos y si somos seres pensantes. En el aspecto televisivo pues deja mucho que desear, pues pareciera que estamos retrocediendo en lugar de avanzar.
Y ustedes ¿Qué opinan de la transmisión del grito de independencia? Dejen sus comentarios aquí o escríbanme a mi correo electronico o a mi twitter @NoHabloAleman
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