¿Qué está pasando en Televisión Azteca? Desde hace un par semanas corre fuerte el rumor de que la empresa está atravesando una crisis y que por lo tanto va a dejar de producir telenovelas pues, según comentan, éstas generan más pérdidas que ganancias. Ni lenta ni perezosa Elisa Salinas, encargada del área de novelas negó la información anterior pero dijo que probaran simplemente con modelos distintos de programación. Pero en últimas fechas se han realizado acciones que nos hacen pensar otra cosa; la semana antepasada sacaron del aire “El Hormiguero”, franquicia española que a pesar de tener calidad como producto televisivo culminó su temporada antes de lo planeado argumentando una falta de presupuesto.
Otra de las cosas en la que la empresa ha tomado cartas en el asunto es el personal, pues ha decido cancelar varias exclusividades de figuras que la verdad, no le generaban nada a la televisora. Nombres como Ramiro Fumazoni, Jorge Alberti o Gaby Spanic se suman a la lista de personalidades que Azteca “libera” de su exclusividad, asegurando que podrán trabajar en proyectos independientes con ellos pero con la condición de que no trabajen ni con Televisa ni con Argos, la duda es ¿qué opción hay? Hace un par de años había ocurrido algo similar, cuando le dieron gas a Michelle Vieth, Angélica Aragón, Margarita Gralia, entre otros. Con las mismas condiciones, nótese que estas últimas que mencioné sí les han dado grandes éxitos durante varios años. Esta empresa no hubiera levantado sin Mirada de Mujer o Todo por amor; el éxito que vivieron a mitad de la década pesada no hubiera sucedido sin Amor en custodia. Honor a quien honor merece, dirían en mi pueblo.
¿En qué se equivocaron para terminar en esta situación? Azteca prometía, desde mediados de los noventas, ser la nueva opción televisiva para los mexicanos, ser una bocanada de aire fresco. De hecho, logró su cometido, en sus inicios producciones como las antes mencionadas o Nada personal, hicieron que la audiencia mexicana volteara a ver el Canal 13; con la novedad de que no todo tenía que ser falso, superfluo o de cartón como ya venían siendo las novelas mexicanas. ¿Cuál fue la falla para que todo se fuera al caño? ¿Lo ideal hubiera sido que la empresa comprara Argos para que el estilo de Epigmenio Ibarra fuera el sello de las producciones del canal? ¿O tal vez el hecho de dejar de creer en el talento de casa afecto la situación?
Figuras como Ana Serradilla, Paola Núñez, Silvia Navarro y Adriana Luvier nacieron en el Centro de Formación Actoral de Azteca, hoy por hoy, vuelan fuera del nido, se fueron a la competencia e incluso a otros países. ¿Cómo ha lidiado azteca con la fuga de las estrellas creadas en casa? Simple, ¡trayendo figuras externas! Personalidades que en donde estaban ya no figuraban o sobresalían, ¿las razones? Varias, pero les aseguro que si alguien ya no funcionaba en Televisa o en Venevisión, no lo va a hacer en Azteca.
¿Dónde están las producciones pesadas como “Cuando Seas Mia”, “La Heredera”, “Señora”, “La Vida en el Espejo”? durante la década pasada se dedicaron a probar con cosas parecidas a lo que hacían en el Canal de las Estrellas ¡Error! ¿Saben porque? Porque no era el mismo público, no era la misma base de gente que estaba acostumbrada al estilo de los del Ajusco. Quisieron acaparar las audiencias de la competencia con producciones sosas, baratas y simplonas pero les salió el tiro por la culata; el público cautivo se alejó del Canal 13, y los seguidores de Televisa se quedaron donde estaban, así de simple.
En estos momentos, Azteca intenta regresar a lo que algún día fue, pantalla de producciones de calidad y éxito en nuestro país y américa latina, pero lamentablemente la tarea es doblemente difícil en esta ocasión. “Caminos de Guanajuato” se encuentra al aire en estos momentos, pero a pesar de la buena fotografía, las buenas actuaciones, el guion bien hecho y la dirección bien lograda, no junta ni los 5 puntos de rating (digamos que la telenovela más exitosa de Televisa tiene unos 17 puntos). Si a esto le sumamos la falta de perseverancia de la empresa y su insistente estrategia de poner telenovelas extranjeras cada 6 meses, pues es difícil ver un escenario positivo para Azteca Novelas; quienes por cierto hace 3 años estrenaron foros, según con la tecnología más alta en toda América latina, la construcción de estas instalaciones costo más de 27 millones de dólares, ¿creen ustedes que valió la pena la inversión?
Ojala Elisa Salinas logre callarnos las boca y a finales de año nos de novedades que cambien la percepción que tenemos de Azteca, porque al final de cuentas siempre son necesarias las opciones en televisión abierta. Además como empresa deben ponerse las pilas, porque el mercado que viene a continuación ya no se espera a las 8 de la noche a ver como llora “mamalena”, el público entrante llega a su casa y pone Netflix, ve lo que quiere y cuando quiere. ¿Cómo podrán lograr que una cadena de TV abierta compita con eso? ¡Ay mamá!